Efímera la vida... Las ilusiones, las estaciones, la alegría y el sufrimiento. Eterna el alma que destilando amor... Pinta en el corazón el exquisito perfume de la ambrosía primaveral.
El único espacio sublime y auténtico que poseemos, es el silencio del pensamiento , la voz de nuestra esencia y la exquisita manera de sentir el amor, así... tan imperfecto, sutil y loco.
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